Blog de crítica de la cultura y otras balas de fogueo al gusto de Óscar S.

Encuadre: página de "Batman: Year One", Frank Miller y David Mazzucchelli, 1986-7, números 404 a 407 de la serie.

viernes, 9 de julio de 2010

El Mekong, enviado por Ramón G.

Ahora mismo me encontrais sentado frente a una especie de paseo marítimo en la orilla del rio. Y vaya pedazo de monstruo marrón serpenteante que tengo enfrente. De hecho, no es el Mekong, sino su confluencia con el Tonle Sap y otro cuyo nombre no recuerdo. Hemos llegado ayer al mediodia desde Bangkok, en un vuelo que duro poco más de una hora... las vistas desde este de los arrozales, la selva y la inundación genérica de la zona han sido impresionantes... no menos que la vista desde el propio nivel del río.
Pero bueno, todo esto no es demasiado importante. Lo que si lo es mas, es lo que he hecho estos últimos dias y sobre todo que es lo que he aprendido de estas gentes pequenias y de ojos rasgados que tengo enfrente.
En contra de lo que parece razonable, empezaré por el final. Por Camboya. En el día que he estado en este diminuto pais, por el que todos se han estado dando de hostias en los últimos 100 años -por no contar sobre los anteriores, aparte de disfrutar de la gastronomia local y ver el palacio del rey (viva el lujo asiático)- hemos estado en uno de los sitios más recomendables de visitar del mundo para poder tener una visión clara de la clase de miseria que es el ser humano y de hasta donde podemos llegar. Los lugares no son otros que los "killing fields" y el S21.
Actualmente esos dos lugares son memoriales sobre algo que ocurrió hace no mucho tiempo en este lugarcillo del mundo que es Camboya... un colega llamado Pol Pot se "cepillo" de una tacadita y en poco menos de tres años a unos 2 o 3 millones de personas, vamos, un cuarto de la población de su país. Y es que se les fue la pinza. Es difícil imaginarse -salvo entrando en las celdas de exterminio o en las de tortura del S21- que pudo pasar en esos tres añitos en una tierra cuarteada en población, pero diezmada en cuestiones culturales, religiosas o sociales. Vamos que los colegas sigan de pie y hasta te sonrían de vez en cuando, ya es llamativo. Se mataba a todo lo que se movia. De tu propio pueblo.
 De todos modos, lo que es acojonante es que este paisin de dominación francesa desde el 19, deja de tenerla para pasar a ser integrado en la guerra de Vietnam, y por tanto bombardeado cojonudamente: solo cayeron por aqui medio millon de bombas mas o menos, mientras que el regimen de Pol Pot seguía siendo "consentido" por USA y apoyado por la URSS... hasta que acaba este último conflicto y nuestro amiguete decide atacar a Vietnam -también, por ser demasiado moderado en sus planteamientos, masacrando todo lo que se meneaba en los territorios conquistados inicialmente y eliminando a todos los Vietnamitas, vietanamita-speakers, colegas y familiares de vietnamitas existentes en esas zonas y el resto de Camboya... primero me cepillo a mi pueblo, luego hago lo mismo con el de al lado y finalmente... vuelven estos últimos y mandan a tomar "polculo" al "khmer rouge", que sigue en forma de guerrilla hasta hace bien poco en el norte del país. Increíble. Solo que resulta aún más increíble que el torturado siga conviviendo con el torturador, con el asesino hasta la fecha de hoy, incluyendose en toda esta verguenza el hecho de que ahora mismo, gran parte de los gobernadores, haya formado parte en su momento de los "revolucionarios".
El resultado de todo esto, salta a la vista especialmente cuando vienes de Tailandia: un país desmembrado, sin intelectuales, ruralizado a la fuerza (se vaciaron literalmente las ciudades del pais para mantener exclusivamente un sistema pseudo feudal en el que la producción agraria resultaba ser lo único importante) durante esos tres años de desgracia que intenta encontrar un camino del tipo que sea para salir adelante, haciendo la vista gorda del pasado e intentando que el futuro sea mejor de lo que ya han visto en el pasado, pero sin contar mucho con ello.
El palacio del rey, bien. Muy bonito.

De todos modos y de momento, todo lo que estoy viendo por aquí me esta dejando acojonado. Camboya no es Tailandia, ni Tailandia es Camboya... Curiosamente Tailandia, por una serie de avatares históricos y por su actual rey -que parece ser algo más que un títere al estilo de los reyes europeos-, ha mantenido desde hace 60 años una situación de privilegiada neutralidad, sin entrar en conflicto con nadie de los que tenía cerca, aun cuando las condiciones no parecieran permitirlo...
Y es que en los días que he pasado hasta el momento el momento en Bangkok, también he podido alucinar despierto y redescubrir mis ideas, eliminar mis prejuicios sobre esa zona del mundo que es el oriente "mas" lejano y disfrutar de sus gentes y costumbres.
La verdad es que -y casi como siempre- la cosa fue bastante intensa y no es que haya parado demasiado tiempo quieto. La zona donde he estado alojado (y ahí volveré una vez regresemos a Bangkok) era la Kaosan Road, lugar emblemático entre los mochileros de todo el mundo y centro de toda la movida del viaje "alternativo" del sureste asiático. Mucho tendría que decir sobre este tipo de turismo, pero por ahora callaré. Antes no todo el mundo viajaba con mochila, pero ahora sí, y nos podemos encontrar a cada especimen de los que dan miedo...
En cualquier caso: es una ciudad a visitar. Ya sea perdido por sus callejas o en el centro neurálgico-financiero de la zona -con sus rascacielos incluidos- la sensacion de tranquilidad y de seguridad es total. Esto es un país seguro, donde no hay droga (y a ver quien tiene pelotas a tomarla, aparte del consabido alcohol) y donde no se roba casi por sistema. Las medidas para conseguir esto son un tanto "rígidas" pero el resultado obtenido en este mega-representante de las economías "tigre" no tiene parangón. Pero es que además se vive mejor que en gran parte de Asia. Las condiciones laborales no son comparables con las que tenemos en europa, pero seguramente bastante mas dignas que en gran parte de Asia.

 

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